Sinaloa, México. Tras su salida de Survivor México, Javier Ceriani reconoce que esta es la temporada más dura del reality. “No teníamos chozas, ni piso, dormíamos en la arena y los cangrejos nos pasaban por la cabeza y uno comía cualquier cosa por sobrevivir. Creo que esto nos pasa siempre, que llega un momento en el que tenemos que sobrevivir, y la cabeza, la mente, el espíritu es lo único que nos sostiene cuando las fuerzas se van”.
Rechazo por Gabo Cuevas
El polémico conductor de Chisme no like dice que Survivor fue un reto, y más para él que se considera un adicto “al celular, a las redes, a las informaciones”. “Saber que me iba a meter en una isla, me iban a sacar el celular, la ropa e iba a estar medio desprovisto de todo, dije ‘esto tiene que ser un desafío personal para mi, a ver si lo puedo lograr’. Por supuesto me dio mucho miedo dejar a mi equipo de Chisme no like, y todas las investigaciones que tenía en puerta, pero dije ‘a ver tengo que tomarme un tiempo para mi y este es el momento, porque si llegó ahora, por algo es”.
A pesar de las dificultades, tilda la experiencia de increíble y dice haber aprendido mucho. “Pude mostrar otro Ceriani, que no es el que muestro cuando tengo que dar noticias fuertes. Me hubiera gustado llegar a la final, pero no importa, duré lo que duré, y dije lo que quise decir, no me arrepiento de nada. La experiencia es realmente dura, dormir en el piso, bajar 13 kilos, comer poco, aguantar a gente que no conocía, además de que llegué y todo mundo me tenía miedo, nadie me hablaba, pero después fui manejando cómo ir entrándole al corazón de cada uno de ellos, hasta llegar incluso a ayudarlos a que vuelen, a que brillen. Espero que lo hayan valorado”.
Entre las discusiones más constantes en el reality están las de Ceriani y Gabo Cuevas. El nacido en Argentina, reitera el rechazo que tiene hacia su colega. “La distancia es porque uno va por la vida sin querer contaminarse de estos seres oscuros, siniestros, negativos, turbios, que esconden siempre algo. Yo ya venía con aprehensión contra Gabo porque mis reporteros veían en él actitudes horribles. Es una persona que hace comentarios desagradables, discriminatorios, entonces hace cosas que no son correctas, y a esta gente, como las cucarachas, hay que pisarlas, porque sino empiezan a contaminar la energía que todos queríamos para las tribus. Para mi él no es nadie, es una rata, y ha logrado sobrevivir porque es un hipócrita”.
Asimismo, el periodista dice que el cambio de tribus de Yusef y Julián fue un golpe duro para los competidores. “Yusef estaba muy cómodo creyéndose el rey de los Jaguares, el gran gato y la verdad es que estaba cómodo ahí porque coqueteaba con Cynthia, le hizo creer a Viridiana que iba a casarse con ella, y cuando pasa a los halcones es uno más, se empieza a aburrir y empieza a mostrar lo mejor de él, que a mi me parece que el que quiere mostrar todo el tiempo que es bueno, no es bueno. No digo que sea mal chico, pero siempre quería agradar, es pesado eso”.
“Para Yusef fue una pesadilla. Y Julián lo que hizo fue adaptarse rápidamente, convertirse en un jaguar de la noche a la mañana, cosa que molestó también en los halcones, en cambio ya Yusef va a terminar la competencia y nunca va a oler a halcón. Julián entró en un grupo que era muy mafioso, dividido, y creo que es eliminable. A mi me cae, pero no le veo larga vida”, agrega.
Otro Ceriani
Aunque le gustaría que un integrante de Halcones ganara, no ve muchas posibilidades en que esto suceda. “No tengo que ser muy inteligente para darme cuenta que Yusef puede llegar a la final, que Nahomi también, no creo que gane pero va a llegar muy lejos porque está muy decidida, pero no el resto de mis colegas. La verdad es que los Halcones me da mucha pena pero no veo un ganador. En cambio en Jaguares veo a una Cyntia que puede ser una finalista, pero tampoco veo muchos ganadores”.
Finalmente, Javier Ceriani apunta que el reality de Azteca uno hizo cambio en él. “Hay una parte que mostré en el reality, que no es que cambie sino que no la puedo mostrar en mi trabajo diario. Mostré un Javier que es real y que es sensible, que es una persona que le interesan los sueños de los demás y que soy duro con los duros y soy malo con los malos. En mi vida personal yo soy bueno con los buenos. Me di cuenta que a esta edad y en este momento de mi vida, me viene bien probarme a mi mismo que puedo vivir bien sin lo que tuve. Siento que todas estas cosas lo que hacen es volver a la fuente, lo esencial, el valor y dar gracias al pan que comemos todos los días”