La quinta ola de contagios por Covid-19 terminará por infectar a quienes no lo estaban, debido a que domina una variante altamente contagiosa, por lo que las autoridades no debieron retirar medidas como el semáforo de riesgo, ya que los estados y personas se relajaron, advirtió el virólogo de la UNAM, Alberto Campillo.
“Al quitar el semáforo de riesgo, la gente y los estados se relajaron y bajaron las medidas de precaución, pues con una quinta ola más contagiosa, se pudieran enviar mensajes de prevención para la ciudadanía y evitar una propagación de la enfermedad”, destacó.
El experto detalló que, si bien las autoridades no volverán a realizar cierres masivos para no afectar la economía, sí tuvieron que reforzar los llamados y aforos preventivos, debido a que la aplicación de las vacunas contribuyó a que muchas personas se confiaran y vieran al virus sólo como una gripe, cuando en realidad no existe una vacuna para controlarlo, sino para disminuir sus efectos en el cuerpo humano.
“Si bien no hay un semáforo como tal, deben existir medidas y controles para prevenir que los contagios aumenten, pero, al contrario, las autoridades promocionan eventos masivos que pueden afectar la salud de la gente. La gente minimizó la pandemia con las vacunas y eso fue lo más preocupante”, señaló.
Alberto Campillo mencionó que no es necesario ser alarmistas, sino realistas, porque si bien no se va a llegar a un escenario de confinamiento masivo, sí debe haber medidas de control, porque los contagios siguen al alza y no hay fecha para un pico en la quinta ola. Además, subrayó, falta por vacunar a miles de menores y personas vulnerables.
A pesar de que la Secretaría de Salud (Ssa) aseguró que el semáforo de riesgo ya no existiría, estados como Tamaulipas y Morelos lo reactivaron. Chihuahua, por su parte, redujo sus aforos a 80 por ciento, ante la ola de contagios que se presenta en esas entidades.
Al referirse al tema, el virólogo de la UNAM, Rodrigo Jácome, mencionó que el semáforo de riesgo ya no tenía sentido cuando se suspendió, porque era un instrumento político y económico, pero fueron las mismas autoridades las que relajaron el mensaje, al pensar que la pandemia fue controlada.
“Hubo un error muy grande en la información, pues se pensó que ya estaba controlada la pandemia y las autoridades ya no reforzaron los cuidados, pues no se hizo el esfuerzo de controlar aforos y el objetivo era reactivar a como diera lugar, situación que ahora vemos cómo impacta en la misma sociedad, que ya no se quiere resguardar y piensa que el Covid-19 es sólo una gripe”, estimó.
El especialista expuso que el mensaje de las autoridades es de “no pasa nada”, por lo que la consecuencia se percibe en la movilidad y conducta de la gente.